Me estreno en este blog para recomendaros la que a mi juicio es una de las series revelación de la temporada: Masters of Sex. Aquellos que seáis psicólogos (o meros proyectos de serlo) u os hayáis visto interesados por el tema, seguramente habréis sentido alguna vez una gran curiosidad por saber como sería posible realizar en la conservadora sociedad americana de los años 50 las investigaciones que a día de hoy nos ayudan a comprender el sexo. William Masters y Virginia Johnson, ginecólogo y psicóloga, fueron grandes pioneros en el estudio del sexo a nivel fisiológico a mediados de los años cincuenta. Realizaron una exhaustiva y larga investigación sobre diversos aspectos del mismo, desmontando todo tipo de mitos referentes a los orgasmos, la homosexualidad e incluso a la sexualidad en la vejez, aceptados por la mayor parte de la sociedad de entonces. Posteriormente, publicaron varios libros con sus resultados, como Respuesta sexual humana (1966) o Incompatibilidad Sexual Humana (1970), con bastante aceptación por la comunidad científica y siendo éxito de ventas
En Masters of Sex, tenemos una gran ración de realidad, pues, aunque he de su poner que la mayor parte de lo que vemos no está más que ligeramente basado en su historia, la representación de los constantes obstáculos y el secretismo con el que tenían que llevar su investigación es más que creíble, sobre todo si tenemos en cuenta que estudiaban a sujetos humanos mientras tenían relaciones sexuales. Pero como es evidente, la serie no sólo se detiene en estos aspectos, si no que juega su gran baza en la relación entre los dos protagonistas (porque, no nos engañemos, no porque la tensión sexual entre los personajes principales sea constantemente explotada va a ser menos eficaz , máxime si es bien llevada como es el caso).
Y como la premisa principal es el sexo, al sexo se recurre a la hora de retratar a los personajes, ya que cada uno de ellos vive la sexualidad y la vida de una manera diferente, y ese acaba por ser el motor del enfrentamiento y la atracción entre unos y otros: Masters, estudioso del sexo paradójicamente completamente reprimido en su vida conyugal; Johnson, mujer que vive su sexualidad de forma completamente libre y amante de las relaciones exporádicas. Aunque no nos podemos limitar a esto, ya que otra línea argumental a destacar es como ambos tratan de compaginar su trabajo y su vida fuera de él: ella, divorciada y con dos hijos, ha encontrado un trabajo que la apasiona pero que absorbe demasiado tiempo; él, como experto en obstetricia que ayuda a tener hijos a muchísimas mujeres, no es capaz de dejar embarazada a la suya.
No hay que limitarse a los dos protagonistas (magistralmente interpretados por Lizzy Caplan y Michael Sheen), pues el resto del elenco no tiene ningún desperdicio. Personajes como el decano (Beau Bridges), del que se descubrirá un importante secreto; el ambicioso e ingenuo doctor Ethan Hass (Nicholas D\’Agosto); o Libby Masters (Caitlin Fitzgerald), la perfecta ama de casa, obsesionada con tener un hijo, poco a poco van ganando fuerza y creando su propia historia.
Sobra decir que si os gusta Mad Men, esta serie es la vuestra, pues retrata exactamente la misma sociedad, de un modo relativamente similar, pero desde un ámbito diferente y más chocante para el tiempo que les toca vivir.
Por cierto, atentos al personaje de Allison Janney, siempre maravillosa, que aparece a mitad de temporada y que creo que dará mucho juego.
Y como hasta aquí puedo leer, porque no pretendo destriparos la temporada, os dejo con el cabecera de Masters of Sex, que os recordará mucho a otra serie de la misma cadena, terminada recientemente, ¡mi querido Dexter!
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