CÓMO CUMPLIR LOS PROPÓSITOS DE AÑO NUEVO

(Y que no te dé un jamacuco en el intento)

Logro, Éxito, Montaña, Nubes, Gente, Desafío, Coaching

Sí, es un post sobre propósitos de año nuevo a mitad de enero. ¿Por qué no? Realmente, no necesitamos una fecha exacta para proponernos aprender y trabajar hábitos nuevos, pese a tener interiorizadas flechas clave (enero, septiembre, los lunes…). El enclave temporal nos marca cierta temporalidad, pero lo cierto es que no se trata de la única variable a tener en cuenta.
Ciertamente, de lo que se trata es de conocer qué circunstancias tenemos para poder empezar estos nuevos objetivos para poder ver algunos resultados. Poco a poco.

¿Qué conductas pueden mejorar las posibilidades de cambiar hábitos y alcanzar tus propósitos? Aquí te dejo un «breve» listado con algunos ejemplos.

ESPECIFÍCA Y CONCRETA.

Aquellos hábitos y objetivos que te propongan tienen que tener parte de estructura y no plantear aspectos ambiguos. Por ejemplo: no es lo mismo decir que vas a aprender idiomas proponerte que vas a estudiar portugués al menos 1h a la semana.
Para afinar un poquito más este objetivo, establece unas preguntas simples.

¿Qué es lo que quiero y voy a hacer?
¿Cómo y cuándo voy a ejecutar esto y a llevarlo a cabo?
¿Para qué quiero cambiar esto o tener este objetivo?

Siguiendo con el ejemplo de portugués, Puri se plantea estudiar 1h de portugués a la semana. Ha buscado a una profesora nativa para acordar con ella clases de 1h a la semana los miércoles por la tarde. Así mismo, se ha descargado la app de idiomas que la llevan a hacer ejercicio y en el momento del desayuno como entretenimiento, hace unos 10′. Se ha propuesto estudiar portugués porque le encanta el país, suele ir bastante y le apetece conocer a gente hablándole en su propio idioma.

Y la pregunta que te hago yo…

¿De qué manera «te pertenece» ese propósito o decisión? ¿Es algo que realmente te apetece hacer? ¿Es algo que necesitas hacer por cuidado?
¿O es algo que se supone que hay que hacer cuando llega esta «época» del año?

Estas preguntas también te marcarán qué nivel de exigencia tienes sobre este objetivo, y si realmente es un objetivo propio (lo haces porque deseas y quieres) o viene impuesto «externamente» (todos aquellos propósitos que se supone que hay que tener a lo largo del año y que están asociados a ser productivo).

LA IMPORTANCIA DE LA APROXIMACIÓN

Es fácil que un inicio fallemos o nos cueste mucho más. Un ejemplo es proponerte ir al gimnasio y estar 1H y pico haciendo ejercicio. Es probable que algunos de los ejercicios te salga fatal si nunca los has hecho. También es probable que al día siguiente no puedas moverte del sofá de las agujetas. Esto va a suponer un coste muy alto, y puede dificultar que vayas al gimnasio otra vez.
Es por ello por lo que será mucho más fácil si estableces pasos pequeñitos hacia la consecución del objetivo. Además, los objetivos pequeños se amoldan más a circunstancias limitantes y nos da margen de aprendizaje y corrección.

Por ejemplo, establecer tiempos más cortos de entreno así como niveles bajos-moderados de esfuerzo. De esto sabe mucho mejor Fran Mesa.
Nos tenemos que conceder el espacio de la aproximación.
Ir poco a poco y flexibilizando, en función de nuestras posibilidades.
Así será mucho más fácil visualizar, registrar y comprobar nuestros logros.

LA DISPONIBILIDAD DEL ESTÍMULO

Tenemos que ponerlo un poco fácil.
Modificar y cambiar nuestro entorno nos puede ayudar a que aprendamos a comportarnos de otro modo. Esto implica poner a nuestra disposición ciertos estímulos que faciliten evocar llevar a cabo la tarea.

Siguiendo el ejemplo del ejercicio: si vas a hacer ejercicio en casa, ten las cosas lo más a mano posibles (por ejemplo, tener un rincón dedicado a estos objetos).
En el caso de estudiar portugués: tener la aplicación en la pantalla principal del móvil, comprar algún libro para leer en portugués, etc.)

ENTRENAR LA FLEXIBILIDAD Y LA AUTOCOMPRENSIÓN

Cambiar nuestro comportamiento no es algo que a veces se haga a la ligera y, en función de nuestras circunstancias, requerirá un parón en el camino o que a veces no «rindamos» como queremos.

Esto también hay que tenerlo en cuenta para fustigarse menos por el camino.
Conocerlos y cuidarse en esos límites es clave para poder seguir avanzando. Para conocerlos, te planteo otras dos preguntas más:

¿Qué líneas crees que no puedes sobrepasar?
¿Qué aspectos o limitaciones tienes y que te pueden suponer que haya días donde no puedas ejecutarlos?


Ahora que ya tienes una idea «generalizada» de cómo llevarlo a cabo, te animo a que cojas lápiz y papel (o la app de notas del móvil) y dediques un rato a esta reflexión.

Go little rocktar !

pdta: te dejo aquí algunos recursos de otras compañeras que pueden serte de utilidad.
Cómo lograr nuestros objetivos y propósitos – Miriam Rocha
Aumentar la probabilidad de una conducta poco probable (o cómo funciona el principio de Premack) – Émora

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: