La necesidad de aprobación de los demás a veces nos puede llegar a anular. A veces, pasamos mucho tiempo dándole vueltas a cómo actuar en una determinada situación, a qué decir para no equivocarnos y evitar que nos critiquen o nos enjuicien. Las expectativas y los sesgos como el «error del adivino» o la «lectura del pensamiento» a veces nos nubla el juicio.
Es importante y lógico querer y necesitar que las personas de nuestro entorno nos aprecie, nos valore e incluso que nos comunique dicho aprecio PERO…
¿Qué pasa cuando se convierte en nuestro objetivo? ¿Qué ocurre cuando es nuestra piedra angular y queremos gustar a toda costa?
Traspasamos el límite cuando…
Dejamos de lado nuestros intereses o no los manifestamos.
No expresamos la disconformidad y el disenso, evitando el conflicto.
Traspasamos el límite cuando…
Controlamos constantemente lo que decimos y hacemos, además de evaluar posteriormente cómo hemos actuado por miedo al juicio y al qué dirán.
Traspasamos el límite cuando…
Dejamos de expresar nuestro malestar por miedo al juicio o a la invalidación.
Y por ende, dejamos de pedir ayuda.
Referencia: Froxán Parga, M. X., González Lacson, M., & Cristóbal Fresnillo, R. (2006). Qué es la anorexia. España: Biblioteca Nueva.