Hay una cantidad infinita de recursos disponibles (y algunos incluso accesibles) que nos pueden ayudar a la comprensión y al aprendizaje, así como a elaborar un pensamiento crítico. Esto también se puede llevar a cabo a través de la ficción, desde arquetipos construidos que muchas veces se asemejan a nuestra realidad u otras realidades existentes.
El post de hoy va un poco de eso, puesto que hay personajes, capítulos y frames que pueden ayudar incluso a las explicaciones en terapia (como veremos con Big Mouth), a la conciencia social o a lidiar con el dolor de la pérdida (Fleabag).
La primera serie de \»esta serie\» es Big Mouth. Una serie divertida, bastante gráfica y explícita a la par que escatológica (sí, hay que advertir también de ello). Los cambios en la pubertad se presentan en esta serie como monstruos, muy sexualizados (fruto por un lado del arquetipo reflejado sobre la adolescencia, pero también representando los cambios y la transformación de caracteres secundarios corporales, así como nuevos intereses y deseos). Es especialmente interesante también cómo tratan temas tabú como la menstruación o la masturbación, pero también los problemas psicológicos que se pueden presentar en la adolescencia (el proceso depresivo se presenta como un gato grande y pesado que inmoviliza y desactiva) así como las rumiaciones y preocupaciones y la ansiedad.
Esta segunda serie en la lista ha resultado ser bastante polémica, al entrar ya no sólo en las creencias religiosas sino también en una posible crítica al judaísmo más ortodoxo, especialmente visto desde un prisma más occidental. Sin entrar en debates sobre relativismo cultural, la serie muestra la opresión del sistema patriarcal desde el ámbito cotidiano (el que nunca se nombra pero que siempre prevalece). Esta serie es Unorthodox. Como decía, en palabras de Judy Berman en Time: «es un testamento sobre la difícil aventura que le espera a aquellos que no pueden obedecer la única versión del mundo que conocen, pero que carecen de las herramientas para superar las barreras invisibles que les son impuestas». (citado en Filmaffinity). La privación de la libertad, otras realidades dentro de un «aislamiento» mucho más pronunciado si cabe en las mujeres y en cómo el dogma puede estructurar el día a día familiar hasta llevar a sus miembros a escapar o a otras conductas problema.
Al hilo de la violencia patriarcal está \»El Incendio\», otra mini serie británica que viene de la mano de Lynsey Miller y Daisy Coulam. Para evitar spoilers sólo hablaré del la depresión considerada como enfermedad, el descrédito que eso conlleva, la manipulación y el control a través de la medicación. Absolutamente recomendable (y además, creada y dirigida por mujeres, ¿qué más queréis?). Podéis visionarla de forma completa en Filmin. No tiene nada que ver que David Tennant sea el protagonista para que os esté recomendando esta serie. Bueno, quizás un poco sí. ¡Ya me diréis! Aquí os dejo la sinopsis de Filmin:
«Tom es un médico de cabecera muy querido en un pequeño pueblo escocés, Kirkdarroch, donde vive con su esposa Kate, una maestra de escuela primaria, y sus hijas pequeñas. La mejor amiga de Kate es Jess, quien se mudó al pueblo hace seis años y se casó con Steve, el sargento de la policía local. Una noche, tras un trágico incendio en casa de Tom y Kate, el cuerpo sin vida de la mujer y las niñas es rescatado de las llamas mientras Tom logra salir con vida. La conmoción inicial da paso a la perplejidad cuando se descubre que Kate y sus hijas no murieron en el incendio. La comunidad empieza a comprender que lo que ha ocurrido va mucho más allá de lo que habían imaginado en un principio.»